El curetaje dental es un término poco frecuente y que a muchos nos resulta extraño, se trata de un tratamiento de eliminación de la placa bacteriana. No consiste en una simple limpieza de la superficie dental sino que va un paso más allá.
Este tratamiento dental se realiza cuando no combatimos enfermedades como la gingivitis y la inflamación de las encías avanza hacia la raíz causando lo que se conoce como “bolsa periodontal”. En esta bolsa las bacterias cuentan con las condiciones ideales para su desarrollo y causan graves problemas y dolores.
La enfermedad periodontal afecta a la estructura que sostiene los dientes y no suelen aparecer síntomas por lo que no se puede diagnosticar hasta que el daño causado en la estructura dental es importante, por ello se debe señalar que el diente suele ser irrecuperable. El curetaje frena el avance de la enfermedad para prevenir daños estructurales irreversibles.
Con el curetaje se eliminan las bacterias acumuladas por debajo de la línea de las encías, es decir, las bacterias acumuladas en la bolsa periodontal. Estas bacterias se consiguen eliminar raspando las raíces del diente y eliminando todo el sarro acumulado con un instrumento llamado cureta.
Diferencias entre un curetaje y una limpieza dental
Es normal que exista una cierta confusión entre curetaje y limpieza dental. En la limpieza normal lo que se hace es eliminar el sarro de la superficie dental, en cambio un curetaje profundiza mucho más ya que llega hasta el fondo de la bolsa periodontal para eliminar los depósitos de sarro que se encuentra debajo de las encías.
Cuando se realiza un curetaje, además de la placa y el sarro acumulado, existen huecos en las encías y una disminución de la base ósea por ello es necesario profundizar más que en una limpieza normal.
En el caso de que la bolsa periodontal resultara inaccesible para el dentista es posible que sea necesario realizar una cirugía periodontal con anestesia para poder limpiar la zona. Esta cirugía consiste en levantar la encía para desinfectar bien la zona afectada y luego volver a poner la encía en su sitio con unos puntos de sutura para que pueda cicatrizar correctamente.
Como en la mayoría de los problemas de salud dental, la realización de un curetaje se podría evitar con una buena higiene bucal y acudir a las revisiones periódicas con su dentista.