Normalmente a los bebés le empiezan a salir los dientes entre los cuatro y siete meses de edad, pero algunos son precoces y a los tres meses les aparece su primer diente que suele ser uno de los dos de abajo, en medio.
Por el contrario, si la dentición es un poco tardía, habrá que esperar hasta que el bebé tenga un año.
En casos especiales al bebé se le podría visualizar un diente al nacer ya que, mientras está en el útero, se le desarrolla la base de lo que serán los dientes de leche pero esto sucede en muy pocos recién nacidos.
Los dientes van saliendo a lo largo de los primeros meses de vida y, normalmente, aparecen en el siguiente orden: primero nacen los dos dientes inferiores del centro, luego los dos superiores del centro y por último van creciendo los dientes de los lados y los de atrás.
Puede que los primeros dientes salgan torcidos pero poco a poco se irán enderezando.
Cuando su hijo cumpla los tres años le aparecerán las últimas muelas que se encuentran en el fondo de la boca, arriba y abajo. Por lo que con tres años el niño tendrá todos los dientes de leche (en total veinte dientes), los cuales no deberían caerse hasta que los permanentes estén a punto de nacer, alrededor de los seis años.
Síntomas del crecimiento dental
Cuando los dientes empiezan a crecer, los bebés se sienten molestos y empiezan a aparecer varios síntomas:
- Irritabilidad en la boca y babeo de saliva.
- Inflamación en las encías, esto les provoca dolor y por eso no comen bien.
- Ganas de morder lo que hace que se lleven muchas cosas a la boca.
- No logran dormir bien ya que se sienten incómodos.
Para ayudar a tu bebé y aliviar estos síntomas puedes darle a tu bebé un mordedor especial para la dentición, lo conveniente es meterlos antes en la nevera para calmarle temporalmente el dolor. Si tu bebé ya es mayor y puede tomar alimentos sólidos, puedes darles alimentos fríos como el yogur.
En el caso de que tu hijo no mejore lo mejor sería llevarlo al pediatra para que le recete paracetamol infantil para aliviarle el dolor.