Uno de los problemas dentales más comunes es el sangrado de encías. Este problema puede producirse por distintas causas:
Prótesis dentales que no están bien ajustadas.
Falta de vitamina K.
Los cambios hormonales propios de las embarazadas.
Tratamientos anticoagulantes.
Trastornos hemorrágicos.
Pero el principal causante del sangrado de encías es una enfermedad periodontal como la gingivitis o periodontitis consecuencia de no acudir periódicamente al dentista y de una mala higiene dental que lleva a la formación de sarro.
El cepillado muy agresivo de los dientes o un uso inadecuado del hilo dental también pueden ocasionar puntualmente el sangrado de las encías.
Acudir al odontólogo para iniciar lo antes posible el tratamiento específico para la gingivitis o periodontitis, ajustar la prótesis dental o descartar cualquier otra causa o enfermedad.
La prevención también es muy importante, cepillarse los dientes después de cada comida evitando el cepillado agresivo, utilizar hilo dental o los bastoncillos dentales, hacer una visita al odontólogo cada seis meses además de una limpieza dental anual.
Otros consejos para evitar el sangrado de encías
- Evitar fumar ya que agrava el sangrado de las encías.
- Presionar con una gasa húmeda directamente las encías para que el sangrado se pare.
- Si sufres deficiencia de vitaminas, tomar los suplementos vitamínicos necesarios.
- Evitar el uso de ácido acetilsalicílico (aspirinas).
El mejor consejo es acudir a tu dentista, lo ideal sería acudir al odontólogo cuando empieces a sentir molestias y las encías empiezan a sangrar, pero es imprescindible acudir cuando el sangrado es largo y prolongado, si a pesar del tratamiento las encías siguen sangrando o si aparecen otros síntomas que requieran un curetaje dental.
Como un buen lavado de dientes, no hay nada mejor. La inflamación de las encías esta provocado por un mal cuidado de la boca. Con un buen hilo dental, cepillo de dientes y en buen Fluor. Sanara rápidamente y además no se volverán a hinchar.